Era un juego del gato y el ratón. Los cuatro corredores afrontaban el último kilómetro y desaceleraron hasta casi pararse. Atentos, mirándose el uno al otro, esperando ver quien era el corredor que daría el primer paso. A 300 metros de la meta aún seguían mirandose. Entonces, Fabian Cancellara, situado en cuarta posición, despegó, y de inmediato se abrió una brecha. Los otros reaccionaron, pero ninguno pudo alcanzar a ‘Spartacus’ mientras se recorría el camino hacia su espectacular tercera victoria en Flandes. Greg Van Avermaet (BMC Racing) y Sep Vanmarcke (Team Belkin) completaron el podio.
«Traté de preguntar a Dirk (Demol) a través de la radio el número de segundos que teníamos porque la última cosa que quería era a los otros nos alcancasen», explicó Cancellara poco después de que la carrera hubiese terminado. «Eso hubiera sido el fin del mundo. Para los espectadores en casa estoy seguro de que fue un final de carrera emocionante. Era un cuerpo a cuerpo, y yo seguí empujando hasta el final. Lo hice por el equipo, y para mi esposa, porque le prometí llevar a casa las flores. Lo siento por los belgas. Yo estaba contra tres belgas al final …. pero ahora estoy feliz y es hora de subir el autobús y pasar una tarde agradable».
La carrera de 259 kilómetros, se redujo a una fascinante batalla táctica que Fabian Cancellara tuvo que jugar con frialdad, sin compañeros restantes, la mayoría de ellos víctimas de los accidentes que empañaron la carrera durante todo el día.
El primer accidente importante para el equipo sucedió a 112 kilómetros del final, y afectó a Stijn Devolder y Gregory Rast. Unos kilómetros más adelante sería Yaroslav Popovych el que se fué al suelo, y acabó viajando al hospital.
«Lo único que sé es que golpeé a una señora de rojo con mi manillar. No hay nada roto, he tenido suerte «, dijo Yaroslav Popovych cuando llegó al hospital. «Puedo tener un tendón desgarrado en la cadera. No podía caminar al principio y estaba pensando en lo peor. Estoy muy triste por no haber podido terminar la carrera, y sobre todo no haber podido ayudar al final».
No sería el último accidente para el equipo, ya que Stijn Devolder volvería a caer por segunda vez justo antes de la penúltima ascensión del Paterberg.
«Muy mala suerte», dijo un Devolder decepcionado. «Mi codo está muy mal, la espalda también y ya era demasiado. Tenía muchas ganas de hacer los últimos 40 km de la carrera. Estoy muy decepcionado porque se que podía haber estado allí al final, con Fabián«.
«Después del primer accidente Gregy (Rast) me trajo de vuelta, él me ayudó mucho y me regresó al primer grupo con bastante facilidad. Justo antes de la segunda caída me fui de nuevo al coche y le dije: «Me siento muy bien hoy», y luego, en un segundo todo cambió. Después de la segunda caída tenía que cambiar la bici y el coche no estaba allí, así que tuve que recorrer 5km antes de poder cambiarla. Fué justo en un muy mal momento. Al final me da mucha alegría que Fabian ganara, hace que todo esto se lleve mejor».
Sin más compañeros que lo rodearan Cancellara tuvo que confiar en su sabiduría y fuerza. En el Kwaremont, cuando sólo restaba la subida Paterberg, Cancellara lanzó un ataque brutal que sólo Sep Vanmarcke pudo seguir, dejando a los otros favoritos luchando atrás. Sobre la cima, pudieron volver a alcanzar a los dos líderes primero Stijn Vandenbergh (Omega Pharma-Quickstep ) y momentos después Van Avermaet. Esta sería la selección de cuatro hombres que llegaron juntos al final.
«Desde que me encontré sólo sabía que tenía que hacer la selección en el Kwaremont «, agregó Cancellara. «En el Paterberg no podía más, estaba muerto, y luego tuve que arriesgarme para quedarme con Vandebergh y Vanmarcke. Quería terminar solo, pero hoy era mejor esperar el sprint. Ganar en solitario era el objetivo -quería levantar la moto sobre la línea-, pero no tenía miedo al sprint al final, ya que en ese momento es cada uno por su lado; Aún no sé cómo lo hice, simplemente lo hice.»
«La carrera ha sido bastante intensa, bastante dura. Hemos perdido una gran cantidad de compañeros en los accidentes. Gestionar una carrera como ésta es increíble. Todo el mundo hizo su pequeña parte -Jesse (Sergent), Markel (Irizar), Hayden (Roulston), todo el equipo- se necesitan estas pequeñas piezas para alcanzar la cima de la pirámide».
«Fue muy difícil, casi me caigo dos veces cuando atacaron. No sé, todo salió bien al final. Es simplemente increíble. El año pasado gané de una forma increíble aquí, pero repito, esto es aún más grande. No tengo palabras».
Fué un día agitado, una carrera con un sinnúmero de accidentes, pinchazos y problemas mecánicos, y con la suerte aparentemente en contra del equipo. Cancellara logró sacarse una victoria monumental del sombrero .Era el clásico de Cancellara, explicó el director del Trek Factory Racing Dirk Demol cuando resumió el día:
«Soy honesto cuando digo que nunca estuve nervioso: yo estaba lleno de confianza en el equipo y en Fabián», sonreía Demol. «En el primer accidente en el que Stijn [Devolder] estuvo involucrado, su codo se veía mal pero regresó. A continuación, en la siguiente caída no vimos a Popo [Popovych] en el arcén de la carretera, nos enteramos más tarde cuando lo llevaron al hospital. También hay que tener en cuenta que Gregy [Rast] estaba enfermo desde hace unos días y estaba al límite siquiera para comenzar ,pero lo hizo. Ya estaba vacío después de 130kms. Estos son los chicos que tenían que estar ahí al final con Fabián. Los otros cuatro trabajaron muy duro al principio, así que hubo un momento determinado en que esto no se veía nada bien. Pero tratamos de mantener la calma y transmitir también esto a través de la radio a Fabian. Pero Fabian es un campeón tal, no sólo es físicamente fuerte sino que mentalmente es también muy fuerte, y al final tomó las decisiones correctas. Y ganó. Eso es lo que cuenta».
José Carlos Pedrero